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jueves, 14 de agosto de 2014

Niño tiene bala alojada en su cerebro y no lo apoyan las autoridades


Agencia MANL

Ecatepec, Méx.- El niño, Juan Pablo Liborio Pérez, de 9 años de edad, vive con una bala incrustada en la parte izquierda de su cabeza y le hace falta un pedazo de su cráneo del lado derecho porque  recibió una bala pérdida en la cabeza  el pasado 28 de julio del año en la Feria de Ecatepec, localizada en la avenida 30.30, en el centro de este municipio.

Lucio Liborio Pérez, padre del menor, relató que vende tacos en la tradicional feria de Ecatepec,  y  en aquella ocasión al filo de las 3 y 4 de la madrugada se disponía a llevar al menor al sanitario cuando se percató de una riña, escuchó unas detonaciones y cuando se dio cuenta su hijo sangraba de la cabeza, así fue asentado en la carpeta de investigación 344900620013613.

Luego de varias peripecias y omisión de policías municipales que aparentemente resguardaban la zona, el niño fue llevado a la Cruz Roja, donde los médicos no le daban esperanza que viviera. 

A poco más de un año de distancia Juan Pablo ´ha sufrido varias operaciones donde la quitaron algunas esquirlas, y parte de su cráneo que fue dañado, pero no le pueden colocar un placa porque está en etapa de crecimiento y será hasta que tenga  los 14 o 15 años, cuando reciba dicha intervención. Gloria Vázquez, madre del menor mencionó que su hijo vive en constante riesgo porque parte de la bala la tiene alojada en su cerebro y se puede encapsular y podría provocarle invalidez. 

Aparentemente se ve bien, dijo,  pero no tiene una vida normal, tiene que tener varios cuidados para evitar que reciba un golpe en región descubierta de su cabeza que podría causarle la muerte. "No puede jugar, correr y saltar como un niño normal y no puede ir a la escuela por temor de que le ocurra un accidente". 

El niño Juan Pablo, menciona que sí juega, no como debiera, bajo el cuidado de sus padres, él quiere estar bien para ser como los demás niños e ir a la escuela.  "Cuando sea grande quiero ser bombero porque apagan incendios". 

Lucio Liborio Pérez y Gloria Vázquez, de escasos recurso y vecinos de Tierra Blanca,  demandan a las autoridades responsables del accidente de su hijo para que les ayuden, pues hasta la fecha "sólo en el hospital de Las Américas nos  han ayudado, pero deseamos un seguro que nos garantice que nuestro hijo estará bien porque nosotros no somos eternos, pues a parte de él tenemos otros dos hijos", coinciden.  

El pequeño debería pasar a cuarto año, pero no va a la escuela desde el segundo grado y porta en su cabeza un protector de cráneo cuyo costo es de 980 pesos y tiene que portar donde quiera que va.

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